Este artículo se publicó previamente en la revista Entrepreneur, Vol. 26, No. 3, Marzo 2018, Cuando cada año leemos el estudio de las marcas más valiosas, vemos el despliegue de lo que hace grande a una marca: su rol e influencia en el consumidor, cuánto facturan los productos y servicios que cubre y su fuerza de marca.

Estos tres grandes pilares, que dan la distinción a la marca, deben asentarse en la estrategia legal y financiera de gestión de los activos intangibles – marcas registradas - de nuestros productos y servicios en relación con su valor como capital intelectual. El branding da el poder a la marca para diferenciarse en el mercado. La propiedad industrial le provee de la fuerza económica. Las grandes marcas poseen un gran portafolio de activos intangibles en constante generación y evolución cuya adecuada gestión va aumentando su valor financiero. Para que el branding cumpla con su propósito de proveer constantemente al consumidor de experiencias y emociones positivas alrededor de la marca y así mantener su valor vigente de manera determinada por la preferencia del consumidor, requiere del conjunto de los activos vinculados de forma directa o indirecta al nombre o marca principal. La fuerza económica de una marca radica en el valor en conjunto de los nombres de sus productos y servicios que también son marcas. Surge entonces la pregunta: ¿cómo es que las marcas son activos de mi empresa? ¿Dónde está su valor financiero? Cuando se registra la marca, se obtienen los derechos de propiedad industrial. Esto convierte a la marca en un activo intangible es decir, es un bien con valor monetario. Como activo intangible la marca puede licenciarse, cederse, comprarse, venderse, y de ahí generar el beneficio económico para su dueño o dueños. Registrar la marca provee al titular de los derechos exclusivos para su uso durante los diez años siguientes a la presentación de su solicitud ante la oficina de propiedad industrial – el IMPI – renovables por otros diez años de manera indeterminada. Así, los derechos de marca registrada constituyen la plataforma de crecimiento y desarrollo de una empresa. En el momento en el que se obtienen los derechos de propiedad sobre la marca, esta tiene ya un valor económico que representa el valor de consumo de sus productos y servicios en el mercado, es decir, qué tanta fuerza de generación de recursos tendrá. Al pensar en desarrollar la estrategia de branding de su marca considere primero registrar sus marcas y aplicar previamente una estrategia basada en el análisis de su valor financiero potencial.

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